domingo, 21 de octubre de 2007

Mariela del Nilo


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NTC ... Seguimientos


Mariela del Nilo 
Alicia Ema Arce de Saavedra
Buga, Valle el 25 de Febrero de 1917 
Cali, Viernes, 26 de Septiembre de 2008

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De: Maruja VIEIRA
Fecha: 29 de septiembre de 2008 12:15
Asunto: RE: Mariela del Nilo.
Para: NTC <ntcgra@gmail.com>


Querido Gabriel: La muerte de Mariela fue el viernes pasado. Estuvo cinco días en cuidados intensivos, parece que fue un derrame cerebral. No sé si la enterraron en Palmira o en Cali, ella fue muchos años la directora de la Biblioteca Municipal de Palmira.  Sus hijos se llaman Rodrigo y Vicente Saavedra, su acompañante permanente, que era como otra hija se llama Mariela y no conozco su apellido. Hay un teléfono posible, el 514 18 33. Era la poeta-símbolo del Valle del Cauca, tenía más de 90 años y afortunadamente Cali le rindió en vida justos homenajes. En cuanto a mi, le debo que nunca permitió que yo no me casara con Jose´María Vivas Balcázar. Te imaginas de lo que nos hubieramos perdido? De Ana Mercedes nada menos. Así era de hondo el afecto. Así es de profundo el dolor. Estaré pendiente de que la Academia de la Lengua le rinda los honores correspondientes, .. Ahora NTC ... tiene la palabra, los datos que yo pueda darte están a tu disposición. NTC ...  le contará al mundo entero esta pérdida para la poesía colombiana. 
Te abraza MARUJA VIEIRA
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From: casculrn@hotmail.com
To: diegoframos7@hotmail.com
CC: oficinacomunicaciones.camp@gmail.comluisfermu1@hotmail.com
Subject: 
Date: Mon, 29 Sep 2008 22:22:20 +0000

COMUNICADO DE PRENSA

Palmira, 28 de septiembre de 2008

Eterno reconocimiento a la poetiza ‘Mariela del Nilo’

“DEPLORAMOS FALLECIMIENTO”

El director de la Casa de la Cultura ‘Ricardo Nieto’ de Palmira, Harold Enrique Bastidas Loaiza, deploró el fallecimiento de la poetiza y gestora cultural ‘Mariela del Nilo’.

La Casa de la Cultura ‘Ricardo Nieto’, de Palmira, deplora el fallecimiento de la poetiza y gestora cultural, Alicia Emma Arce Bueno, conocida artísticamente como ‘Mariela del Nilo’, nacida en Buga y residenciada desde hace muchos años en nuestra ciudad.

“A ‘Mariela del Nilo’, nuestro reconocimiento de gratitud eterno por su inmenso aporte a la letras palmiranas y colombianas y como gestora invaluable de la Biblioteca Pública Municipal, que hoy lleva su nombre”, dijo el licenciado, Harold Enrique Bastidas Loaiza.

El director de la Casa de la Cultura ‘Ricardo Nieto’, agregó,  “a su familia, amigos y demás integrantes de la comunidad cultural de la ciudad, nuestro sentimiento de acompañamiento”.

Próximamente la Casa de la Cultura ‘Ricardo Nieto’ de Palmira realizará un merecido homenaje a la obra y nombre de ‘Mariela del Nilo’, quien murió, el pasado viernes, a los 91 años de edad.



COMUNICACIONES
Casa de la Cultura ‘Ricardo Nieto’
Palmira, Valle del Cauca, Colombia

Info: fijo (2) 2733285


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MARIELA DEL NILO
Alicia Emma Arce Bueno de Saavedra
Buga, 25 de febrero de 1917
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Poeta homenajeada en el
Octubre 20-26, 2007
ACTO DE HOMENAJE: Lunes, 22 de octubre
Lugar: Casa Sociedad de Mejoras Públicas. Carrera 4 calle 6 esquina, Cali
Hora: 7:00 a 8:30 p.m. Investigación: Cristina Valke.


Mariela del Nilo (2006 aprox.)
Portal de la Poeta en el Centro Virtual Isaacs de la UV y el CECCE
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Eustaquio Palacios, Jorge Isasacs, Margarita Gamboa,Enrique Buenaventura, Mariela del Nilo, Gustavo Alvarez Gardeazábal,Julio César Londoño y Andrés Caicedo.
Los pendones se colocaron durante los meses de Agosto, Septiembre y Octubre de 2007 en la fachadaa la Calle 5a. del Centro para la Ciencia, la Cultura y la Educación (Biblioteca Departamental) de Cali.Fotografía: MIC de NTC … , para esta edición virtual tomada de: http://ntcpoesia.blogspot.com/2007_10_12_archive.html
(Clic sobre las fotografías para ampliarlas. Clic en "Atrás" para volver aquí)
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Mariela del NiloLa mujer que acunó en sus brazos la cultura de PalmiraPor Mauricio Capelly < capelly@hotmail.com >
Agradecemos al autor el envío de su texto, de varias fotografías y la autorización para publicar. Todo hace parte del libro Antología Palmira Color y Palabra, una obra que él escribió y que está próxima a editar en donde se reune a los poetas y artistas plásticos más importantes de Palmira en los últimos cien años.

Alicia Emma Arce nació en Buga, el 25 de febrero de 1917. Es hija de don Romilio Arce Quintero y doña Francisca Bueno. Inició sus estudios en la escuela María Auxiliadora de Buga, institución donde la profesora Graciana Álvarez, regente de castellano, supo despertar en ella los primeros asombros por la palabra al mostrarle los coloridos versos del poeta Valencia.
En la adolescencia, con su espíritu de gaviota y sus ojos marineros, Alicia comenzó a atrapar ensueños y a escribir primigenios versos en diarios cuyos desvelos, según cuenta, separaba con pétalos de rosas.



En el albor de sus veinte años, sus flecos dorados que jugaban con el viento, se habían convertido en un hermoso cabello largo que aureaba su rostro de mujer. “Se siente un fuego femíneo en estos versos”, le dijo su profesora Graciana, cuando la tímida muchacha le enseñó sus primeros escritos. Pronto Alicia se descubrió como una mujer cuya alma ataviada de preguntas la empujaba a contemplar en su espíritu un destino distinto a los oficios de la casa. Así, sin más impulso que sus sueños, izó las velas de su alma y emprendió su viaje por los mares de la vida.

Convencida que la voz femenina era en el mundo una voz ausente, Alicia se formó en periodismo en la Escuela Latinoamericana de Argentina, en la época en que no existían universidades y el que quería ser alguien en la vida debía que aprender el oficio de sus amores a punta de las cartillas que las escuelas extranjeras enviaban por correspondencia.

Culminados sus estudios, Alicia participó en la edición de la revista Alma Femenina, publicación en la que plasmó todo su ánimo para validar la posición de la mujer en la sociedad. Posteriormente se vinculó como maestra escolar en el municipio de Ginebra, ciudad en la que conoció a Luis Ángel Saavedra, un hombre que le arrebató su corazón dándole serenatas para “enamorarla a la brava” como era la antigua usanza. Más tarde las campanas de la iglesia de Ginebra le contaron a los cielos del Valle del Cauca que una profesora, medio flaquita ella, y un hacendado buen mozo de uno con noventa de estatura, se habían ido a vivir a un libro cuya primera página hablaba de un inaugurado amor eterno.


Con los bolsillos llenos de sueños los recién casados se radicaron en Palmira, http://www.palmira.gov.co/ ciudad donde nacieron sus cuatro hijos. Desde entonces la Villa de las Palmas se convirtió para Alicia en la ciudad de sus amores. Poco tiempo después, y motivada por su inatajable necesidad de servir, se vinculó como maestra de matemática y castellano en la escuela Policarpa Salavarrieta, que quedaba diagonal a su casa.

En aquellos años Palmira era para propios y extraños un lugar propicio para arrojar semillas de la prosperidad. Una ciudad que de la mano de verdaderos líderes, como don Jaime Bejarano, dio a partir de los años cuarenta firmes pasos hacia el progreso.


Parque Bolívar, Palmira (Años 1930 - 1940)
Palmira, Parque Bolívar (Años 1930 - 1940) http://www.palmira.gov.co/html/doccenter/palmirafotosant.htm

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A la par con su oficio de maestra, Alicia se desempeñó como periodista en varios medios radiales y escritos. Con su entusiasmo y calidez humana pronto se hizo a un lugar en la vida pública y cultural de Palmira. Ricardo Nieto, su vecino, dijo de ella: “¡Sus ojos son el pedacito de cielo que nos faltaba!”

En 1949 Alicia publicó su primer libro de poemas intitulado Espigas. Una década antes la poeta bogotana Dora Echevarría (Dora Castellanos) había publicado a la tierna edad de quince años su libro Clamor, con el que puso coloradas las mejillas de los versados “doctores” de la rima. En 1942 la poeta Olga Chams Eljach, conocida como Meira del Mar, echó a volar su libro Alba de olvido, después de tejerlo con sensuales nostalgias y conversaciones de ensueño con su mar de Barranquilla. En 1947 la manizalita Maruja Vieira publicó su libro Campanario de lluvia, que de inmediato revoló en los círculos intelectuales.

Las cuatro poetas, entonces, con estilos distintos pero compartiendo una profunda y sensible cadencia, fueron las voces que vigorizaron la poesía vanguardista colombiana. Ellas se tomaron la palabra en el recinto poético vedado a la tradición machista, tal como lo habían hecho en los países de habla hispana Gabriela Mistral y Alfonsina Storni.
En 1956, y mientras continuaba su labor como maestra, Alicia publicó su libro Claro acento, con la ayuda de los Hermanos Carmelitas. Su nombre ya era distinguido en la sociedad vallecaucana como el de una poeta sensible y espiritual, y a su vez era considerada como una mujer que en las reuniones sociales sobresalía por su voz discreta y su belleza, siempre entre hombres que no se convencían que las mujeres, además del canto de sus vientres, tuviesen algo que decirle al mundo.

Eran los tiempos en que el necio minutero de la historia iniciaba el recorrido de la hora femínea en el país, pues el presidente de Colombia, el general Gustavo Rojas Pinilla, y por iniciativa de la palmirana Esmeralda Arboleda Cadavid, le había quitado a la mujer la venda y la mordaza al reconocerle su indiscutible derecho al voto.

Con esa manera de ser: rebelde, modesta y sutil, y enarbolando siempre su tácita filosofía de “ser amiga de la gente”, Alicia mereció la deferencia de la clase dirigente y de la alta sociedad palmirana como una mujer capaz y confiable.
En 1962 el alcalde de la Villa de las Palmas, doctor Armando Hurtado Bedoya, y los miembros del concejo, apoyaron sin medida la idea de Mariela del Nilo de crear un espacio de conocimiento para la ciudad, ese espacio fue la Biblioteca Municipal de Palmira, obra que respondía al clamor de una sociedad que con sobrados argumentos sobresalía en el ámbito industrial y económico, pero que en materia de cultura aún se encontraba dando sus primeros pasos.
Mariela cuando se desempeñó como Directora de la Biblioteca Municipal de Palmira
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En las décadas anteriores los únicos sitios de encuentro artístico en Palmira habían sido el antiguo Club Cauca, el teatro Materón, de don “Chepe” Materón, el teatro Martínez, de don Gustavo Martínez, y el recinto del Concejo Municipal de la alcaldía.

Hasta principios de los años cincuenta los eventos más sobresalientes suscitados en Palmira habían sido las zarzuelas, las tertulias y los recitales poéticos realizados en algunas casas de familia y los encuentros de las bandas municipales. En poesía la figura más representativa, luego de la muerte del bardo Nieto, fue Julio César Arce. En artes plásticas “el hilo se sostenía” por el exquisito talento de los pintores Ramón Barona, Rafael Palomino y Eduardo Terreros, genios del costumbrismo figurativo que sin embargo le dieron a sus obras un carácter reservado. Una de las pocas exposiciones pictóricas importantes en aquella época fue la realizada en la antigua alcaldía intitulada “Los bejuquinos”, evento en el que un muchacho llamado Omar Rayo le anunció al mundo lo que sería su talento.

Con esos vacíos y con todo por hacerse en materia cultural, la Biblioteca Municipal abrió sus puertas en el sitio que en los años cuarenta había sido sede de la Sociedad de Industriales y Obreros, y más adelante el Teatro SIO, que conformaba uno de los escenarios del circuito Molvalle, de don Sotero Campo. Su directora no podía ser otra que Alicia Arce de Saavedra, una mujer cuyo seudónimo, Mariela de Nilo ya le daba la vuelta a los círculos intelectuales de Colombia.
Además de su lucidez y candor, Mariela reunía dos virtudes, quizás las únicas que indispensablemente debe tener un verdadero gestor cultural: pensar en grande y ser honesto.

De esa manera, y no puede expresarse de otra forma, Mariela del Nilo emprendió la admirable tarea de alzar en brazos al niño huérfano que hasta entonces era la cultura de Palmira. Un hecho que significó el comienzo de una nueva historia cultural para la ciudad. Una historia considerada por muchos como la época de esplendor de las artes en la Villa de las Palmas.

La Biblioteca Municipal de Palmira
y los primeros Festivales Nacionales de Arte
Pocos meses después de fundada la Biblioteca Municipal arribó a la Villa de las Palmas un grupo de artistas ecuatorianos que realizaba un periplo internacional. Entre esos artistas se encontraba el actor, pintor y declamador Luis Alfredo Andrade, oriundo de la provincia de Santo Domingo de los Colorados, del vecino país. ¿Su propuesta? La puesta en escena de un monólogo intitulado “Las manos de Euridice”, del escritor brasilero Pedro Bloch, montaje que de inmediato causó entre los palmiranos un impactó extraordinario por la ejecución y presentación de la obra.

Con el enorme éxito de sus presentaciones y la calidez de la gente y la ciudad, a Luis Alfredo le sucedió lo que a muchos visitantes: se enamoró de Palmira. Su primer proyecto fue el de convocar a los actores de la Villa de las Palmas y fundar la Agrupación de Teatro Experimental de Palmira, ATEP, grupo integrado, entre otros, por Italo Arnaldo López, Esaú López Bermúdez, Imelda de López, Guido Arce, Edgar Forero, Evelio Fernández, Enrique Caicedo Carvajal, Carmenza Zuluaga, Nelly Botero, Diego Calderón Jaramillo e Ismael Camacho Arango, estos dos últimos escritores que hacían parte del grupo de intelectuales de La Trastienda.

Formado el grupo ATEP, éste inició ensayos en la Biblioteca Municipal. Su primera obra montada fue El Dios de la Selva, del escritor Jorge Vera, dirigida por Luis Alfredo, quien además sirvió al grupo como coreógrafo, escenógrafo, diseñador del vestuario y publicista.

En aquella época el Valle del Cauca continuaba ampliando su dinamismo cultural. En 1956 un grupo de caleñas lideradas por Maritza Uribe de Urdinola había fundado un espacio llamado el museo de arte moderno La Tertulia, lugar que se convirtió en un importante punto de encuentro de los artistas, sumándose a otros espacios abiertos en las décadas anteriores, como el conservatorio Antonio María Valencia, La Escuela de Bellas Artes y el Instituto Popular de Cultura, sitios que, superados los años de la violencia bipartidista, se revitalizaron y se convirtieron en importantes núcleos culturales para el Valle del Cauca y el país.

Motivados por esa dinámica y teniendo como propósito sacar del anonimato la cultura de la ciudad, Mariela del Nilo y Luis Alfredo Andrade emprendieron con gran visión y capacidad de trabajo la realización del primer Festival Nacional de Arte de Palmira, cuya primera versión se realizó en 1964. El éxito de esa primera experiencia fue contundente, lo que produjo que el proyecto se extendiera por tres años consecutivos.

La principal característica de esos primeros festivales de arte fue su altísima calidad, pues Mariela del Nilo y Luis Alfredo se propusieron traer a Palmira lo más relevante de la cultura del país, principalmente en las áreas de literatura y artes escénicas, a través de exposiciones, conferencias y presentaciones, que en su contexto lograron dos objetivos fundamentales: acercar la cultura a los palmiranos y revelar los talentos que en las distintas expresiones artísticas tenía la ciudad.

Entre las actividades de los festivales de arte fueron significativos e históricos los encuentros de poetas, los mejores de Colombia, como Juan Lozano y Lozano, Manuel Zapata Oliveilla, Carlos Castro Saavedra, Oscar Echeverri Mejía, Félix Rafán Gómez, Jorge Artel, Hugo Salazar Valdez, Gonzalo Arango, Carlos Villafañe, Mario Sol, conocido como “El juglar de América” y Helcias Martán Góngora, llamado “El poeta de las algas marineras”. Fueron también importantes las conferencias dictadas por los periodistas Eutiquio Leal, Lino Gil Jaramillo e Inés de Montaña, columnistas del periódico El Tiempo y El Espectador; además las conferencias de José Penem, Jorge Ucros, Armando Correa y el Premio Lenín de Paz, Jorge Zalamea, quien visitó a la Villa de las Palmas en dos ocasiones. (En una de ellas fue invitado a dictar una conferencia en la antigua fuente de soda Capri, hecho que un sector del gobierno de turno –tradicionalista- no celebró y la sabotearon cortando la energía en toda el área. Boicot que no sirvió de nada, pues el laureado escritor se las arregló a viva voz y con las velas que consiguió el público).
Mariela del Nilo en compañía de Juan Lozano y Lozano.
Su casa fue en los sesentas y setentas un importante punto de reunión
de hombres y mujeres representativos de la cultura, la sociedad y la política nacional.
Mariela del Nilo en la Biblioteca Municipal.
La acompañan, en el centro, el doctor Armando Hurtado Bedoya,
y a la derecha el poeta y académico Juan Lozano y Lozano.
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En cuanto a las artes escénicas en aquellos festivales participó con gran éxito el grupo de teatro de la Universidad Santiago de Cali, Teusaca, dirigido por Danilo Tenorio, grupo que en ese entonces era uno de los más importantes a nivel nacional. El grupo ATEP también participó con varias obras escritas por Ismael Camacho, una de ellas La Muerte Repentina, al igual que con obras clásicas como el Amable señor Viveros, Dónde está la señal de la cruz, El Fiscal, y dos obras consideradas cumbres del ruso Antón Chejov, El canto del cisne y Petición de mano.

También, y con el definitivo apoyo de Jorge García, Juan Porras y Hernán González, estudiantes de la Facultad de Agronomía, el cine tuvo una destacado lugar en aquellos festivales, al proyectarse películas de cine independiente, como la checoslovaca de dibujos animados La Guardia perdida y la controvertida cinta Morir en Madrid, de Frédéric Rossif, vetada en ese entonces por el presidente de Colombia Guillermo León Valencia.

En 1967 Mariela del Nilo y Luis Alfredo Andrade realizaron la cuarta y última versión del Festival Nacional de Arte de Palmira. Posteriormente el talentoso artista ecuatoriano abandonó la ciudad dejando a cargo del actor Esaú López Bermúdez la dirección del grupo ATEP.

En las décadas siguientes Mariela del Nilo continuó su ardua labor de ubicar a Palmira en el panorama de la cultura nacional, esta vez apoyada por el grupo La Trastienda, a través de eventos que contaron con los más renombrados conferencistas, poetas, historiadores, políticos, novelistas, pintores y músicos de talla nacional e internacional. Tuvo además a cargo la organización de las agendas culturales de la Feria Nacional de la Agricultura, evento que durante más de veinte años significó para los palmiranos un motivo de orgullo y pertenencia, y en los que la ciudad supo mostrar toda su tradición progresista a las demás regiones del país y al mundo.

Durante esos años la casa de Mariela del Nilo fue un prestigioso sitio de reunión de hombres y mujeres de varias generaciones y de distintas ciudades, quienes en torno a la cálida hoguera del arte encontraron un espacio de goce por lo intelectual, pero también un especial lugar de comunión y fraternidad en torno a la presencia y el espíritu entrañable de Mariela del Nilo.
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POEMAS DE M. del N.:
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OTROS TEXTOS, INFORMACIÓN y ENLACES SOBRE M. Del N.:
*** Mariela del Nilo, Tenuidad, dolor y ternura.Revista PLENILUNIO No 8, Mayo 6 de 2006/
Por: Leopoldo de Quevedo y Monroy
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*** Portal sobre la Poeta en el CENTRO VIRTUAL ISAACS (CVI):

jueves, 18 de octubre de 2007

MANIFIESTO NADAISTA (2001) para el SIGLO XXI

Portal-blog complementario a NTC …
Boletín cultural electrónico,
http://ntcblog.blogspot.com/
ntcgra@gmail.com
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MANIFIESTO NADAÍSTA (¿ 2001?)
Fuente : http://www.geocities.com/nadaistas2001/NADA.doc
Reprodujo y difunde: NTC … Nos Topamos Con … http://ntcblog.blogspot.com/ , ntcgra@gmail.com, gaboruizar@hotmail.com , Octubre 17, 2007.



Texto presentado y leído por el poeta Jota Mario Arbelaez en la primera sesión del Taller de Poesía (1) que él dirige en Cali (Octubre 17, 18, 19 de 2007, Biblioteca Departamental) .


Nota: Parece ser, según lo expresado por él, que no hay mucha precisión y claridad sobre los autores, posiblemente españoles, de este Manifiesto del 2001 y para el Siglo XXI, en dónde se darán los próximos 50 años (2008-2058) del Nadaismo Colombiano (Primeros 50: 1958-2008) . Primer Manifiesto Nadaista 1958, apartes:
http://artespoeticas.librodenotas.com/artes/746/primer-manifiesto-nadaista-1958

MANIFIESTO NADAÍSTA

“Desinteresarse de todo lo exterior es imposible, razonablemente, cuando se tiene ya una existencia construida con interrelaciones. Basta recordar el «verdadero carácter» de todo ello, y buscar el equilibrio en lo interior. Pero no como plenitud de sentido, ni como lugar donde lo universal refluye o coexiste, sino como la pura nada.”
Juan-Eduardo Cirlot (“Del no mundo”)


I. La Nada

Cualquier enunciado que tenga la Nada por sujeto es cierto y falso al mismo tiempo. No es posible por lo tanto dar una definición racional de ella, puesto que no se vislumbra la Nada mediante la razón, sino mediante la anulación de ésta.


II. El nadaísmo

La Nada no puede definirse, pero sí expresarse. Cualquier expresión de la Nada es contradictoria porque nos muestra lo inmostrable. Reivindicamos, como ya hizo Baudelaire, el derecho a la contradicción.

Es nadaísta todo aquello que expresa la Nada a través de algo concreto. A partir de la captación de un momento efímero, el nadaísta suprime el tiempo. Muestra lo eterno.

Es nadaísta todo aquello que conduce al éxtasis. El éxtasis es el contacto directo con la Nada, la anulación del pensamiento y del tiempo.

La política y la publicidad son esclavas de lo concreto y, por lo tanto, ajenas a la Nada. Quedan, pues, excluídas del arte. Los anuncios y los discursos políticos son los encargados de vender ideas; no el arte, que debe ser libre y no debe vender Nada. El arte comprometido (panfletario), pese a ser útil en determinadas circunstancias, no es en realidad arte, sino propaganda. Por otro lado ese “arte” de denuncia vive a expensas de aquello que denuncia.

La más evolucionada de las formas en cualquier arte no puede sino adoptar la forma de la ausencia de forma. El que pretende acercarse a la verdad, se acerca a la estructura de la Nada. Esto hace que a veces grandes obras de arte parezcan tomaduras de pelo y viceversa. La música de Schönberg, los cuadros de Pollock, las primeras películas de Resnais y las novelas de Beckett son ejemplos de este arte llevado al extremo, al extremo del éxtasis, de fusión con lo absoluto, de abandono de toda finalidad. Es inevitable que obras de tal calibre generen rechazo puesto que en ellas la impostura del arte no permanece oculta, sino que es evidente, como sucede con las malas obras.

El arte debe ser consciente de su propia mentira y expresarla para anularse a sí mismo. Por eso, el nadaísta es siempre extremo en su estilo. Existen dos formas básicas de hacer evidente el artificio: reducirlo al mínimo o alimentarlo hasta la hipérbole. Por un lado están los nadaístas que recortan el lenguaje de su arte hasta quedarse con unos elementos básicos; por el otro, aquellos que muestran su impostura a través del juego, la desestructuración, el ruido… No hay que confundir la austeridad con la ausencia de estilo. El minimalista crea su estilo a partir del recorte; el ruidista, a partir del juego. Minimalismo y ruidismo se dan en todas las artes nadaístas. Son minimalistas, por ejemplo, Ciorán, Satie y Dreyer; son ruidistas Borges, Sonic Youth y Fellini. Hay incluso nadaístas que oscilan entre ambos estilos; por ejemplo Beckett, minimalista en “fin de partida” y ruidista en “Molloy”. Ambos extremos confluyen en la Nada.

El nadaísta tiende puentes hacia la Nada, abre puertas que llevan del ser al no-ser, diseña carreteras que desembocan en precipicios, conduce el pensamiento hacia sus límites y los hace visibles.

Dios y la Muerte son máscaras de la Nada.

III. La imagen nadaísta

"Independientemente de que no podamos percibir el universo en su totalidad, la imagen es capaz de expresar esa totalidad."
Andrei Tarkovski (Esculpir en el tiempo)

La belleza de las imágenes naturales nace del contraste entre el aparente orden y armonía de los elementos y la Nada que intuimos detrás de ellos. En su origen, el arte que se proponía reproducir la naturaleza también pretendía acercarse a la Nada. En la tradición oriental, pintar un bodegón no era otra cosa que plasmar una manifestación cotidiana de el absoluto, mientras que en occidente era más bien un formato estándar usado como escaparate de la habilidad técnica de un pintor.

Las reproducciones de la naturaleza no siempre son expresiones de la Nada. Lo son sólo cuando consiguen fijar nuestra atención en la enorme improbabilidad de la existencia de cualquier cosa. Podemos ver un cielo extraordinario, apreciar su belleza y luego fotografiarlo o pintarlo. Es perfectamente posible que ni el cuadro ni la foto tengan la belleza del cielo. La belleza no existe sin tensión. Schopenhauer la definía como un juego de fuerzas. En la naturaleza se manifiesta la tensión entre lo que es y lo que no es. Un cielo hermoso es bello por oposición a la Nada, por el solo hecho de existir; es un milagro en sí mismo. Una foto de un cielo hermoso podría estar trucada; un cuadro, inventado. No hay en ellos necesariamente oposición a la Nada, no tienen la tensión inherente a lo real. Si el cuadro o la foto consiguen esa tensión es por otros mecanismos internos.

Hay, sin embargo, algunas imágenes de la realidad que tienen en sí mismas la tensión necesaria para expresar la Nada. Son nadaístas las casas y los vehículos abandonados, las calles y los edificios vacíos, la maquinaria inservible y oxidada, las fábricas asimiladas por la naturaleza, los juguetes rotos, los rascacielos derribados…

Las imágenes de desolación y destrucción en la naturaleza esconden a menudo historias atroces y actos violentos. La reprobabilidad de esos actos no quita el valor artístico de esas imágenes. El arte debe ser, en cierto modo, ajeno a la moral. Ninguna obra de arte justifica un acto inmoral; pero, a menudo, los actos inmorales generan “obras de arte” fatídicamente hermosas.

La moral, en el arte, debe manifestarse únicamente a través de la forma, que responde siempre a una ética particular. A eso se refería Godard cuando afirmaba que "el travelling es una cuestión moral", a la correspondencia entre ética y estética. No hay que confundir esto con la moral aplicada al contenido, que se traduce en censuras y moralejas, más cercanas a la propaganda que al arte.

Todo artista que se precie es nadaísta en algún momento. Son nadaístas las casas ardiendo bajo la lluvia de Tarkovski, los susurros en la oscuridad de Víctor Erice, los espejos de la Muerte del Orfeo de Cocteau, los paisajes desolados de Herzog y Hopper, las escenas apocalípticas de El Bosco, los instantes detenidos por Vermeer o por George Segal, los aceros doblados y oxidados de Chillida, el frío de los cuadros de Paul Delvaux, los espacios contradictorios de Magritte, los maniquíes desmontados de Hans Bellmer. Son nadaístas los ojos vacíos de los cuadros de Modigliani, los ojos cortados por Buñuel en Un perro andaluz, los ojos sin fondo de las Vacas de Medem, los ojos cerrados de Maya Deren en Meshes of the Afternoon, los ojos asimétricos en Persona de Bergman, los ojos perdidos de la Juana de Arco de Dreyer, los ojos que lloran rimel en la madre y la puta de Jean Eustache, los ojos de la Melancolía de Dürer, los ojos ausentes de las mujeres pintadas por Klimt, los ojos tubulares de la mujer tambaleante de Max Ernst, el ojo que “como un globo extraño se dirige al infinito” de Odilon Redon…


IV. El sonido nadaísta

“la soledad sonora, lo qual es quasi lo mesmo que la musica callada; porque aunque aquella musica es callada quanto a los sentidos y potencias naturales, es soledad muy sonora para las potencias espirituales; porque estando ellas solas y bazias todas las formas y aprehenziones naturales, pueden recibir bien el sentido espiritual sonorissimamente”.
San Juan de la Cruz

En un contexto musical, el silencio y el ruido son los mejores aliados de la Nada. Ambos son una expresión sonora de la ausencia de estructura. Otras expresiones de esta Nada son la descomposición de los ritmos, la incorporación de disonancias a la armonía y el uso de las repeticiones como vía hacia un estado extático.

El ruido es el amante secreto del silencio, ambos están más cerca de lo que parece.

El ruido no es contrario a la Nada, sino que es la expresión misma de ella en tanto que muestra la ausencia total de forma. Estructurar el ruido es estructurar la Nada.

Son nadaístas: La música callada de Mompou y Satie, los brazos que como antenas se elevan hacia el cielo de Godspeed you black emperor!, la repetición en Neu!, el éxtasis melódico en A Love Supreme de Coltrane, los hongos atómicos de Yo La Tengo, la sabia parquedad de Arvo Pärt (”una sola nota basta”), la serenidad sobrenatural de Perotin, las invitaciones al cielo y los mares de diamante de Sonic Youth, los tiempos fuera del tiempo de Gorecki y Steve Reich, Los silencios del Microcosmos de Bartok, Las disonancias de Schönberg, Gerhard y Cage, la música de la máquina metálica de Lou Reed, los rugidos industriales de Non, Stockhausen y Einsturzende Neubauten.

V. El texto nadaísta

“No amo las letras, no me dicen nada,
amo la vida vida que cual nada
se erige hermosa en luz que es también nada,
hermosa por ser luz y por ser nada.”
Francisco Pino (Antisalmos)

Un texto nadaísta expresa la Nada a través de la tensión entre sus elementos, ya sean estos palabras, frases, espacios, formas, conceptos etc. Encaja en está idea la concepción de la poesía como la tensión entre dos palabras, propuesta por Octavio Paz.

La contradicción, la paradoja, la ironía, el juego y la desestructuración del lenguaje son habituales en los textos nadaístas.

Si la literatura nadaísta se caracteriza por algo en concreto, es por no tener una forma definida. La forma debe surgir de la idea (Vicente Huidobro). Una idea nadaísta conducirá inevitablemente a un estilo extremo y personal, sea éste minimalista o ruidista. No existe una idea unívoca de nadaísmo. En él se da tanto la modalidad gesticulante y estruendosa de los futuristas como la aparentemente opuesta contención y silencio que manifiesta la práctica literaria del haiku.

La obra poética tenderá al contacto centelleante con la Nada. Esa Nada será aprehendida por la sensación y la intuición, pero no será posible transmitirla sin el intelecto. La literatura debe ser el trabajo, la forja de esa materia bruta de por sí inservible.

La literatura también debe ser como la embriaguez: provocar reacciones en uno mismo y en los demás, dar asco o agradar, infamar, divertir, seducir… hasta perder la consciencia; y todo ello es lícito por medio de la impostura. En tanto que artificio, la literatura es impostura. Trabaja sobre una verdad o realidad construida, aunque parta de lo real. Siempre partir de lo real y no quedarse en ello. El nadaísmo rechaza toda manifestación de la llamada poesía de la experiencia, así como de lo social (trascendido puede ser fantástico como un film de Kusturica) o de todo tipo de realismo prosaico. La experiencia individual no trascendida es banal e impide el proceso nadaísta de lo eterno. Los objetos deben transmitir la Nada; no se debe tapar la Nada con objetos.

El nadaísmo del texto empieza a hacerse físico (hablamos otra vez de lo formal y no del contenido) con Mallarmé, el Satie de las letras. Al leer Valéry su libro Un coup de dès, habló de que su “vista entraba en contacto con los silencios que se habían materializado” y contemplaba “seres enteramente rodeados de su nada hecha sensible”. La poesía concreta y la visual derivarán de este principio, así como del objeto duchampiano, superación del texto como único formato posible para la poesía. En su forma expresan la idea del nadaísmo, pero no por ello son siempre paradigmas del movimiento. Como hemos apuntado antes, el nadaísmo no entiende sólo de estructuras.

Son nadaístas los aforismos de Ciorán, el nihilismo místico de Ekhart, las puertas cerradas de Sartre, el paraíso terrenal de Thomas Traherne, Lo innombrable en Beckett, los procesos de Kafka, los andenes de Benjamín Jarnés, las reflexiones de Chuang Tse, los haiku de Issa, la soledad sonora de San Juan de la Cruz, el miedo de Al Berto, las greguerías de Gómez de la Serna, los lingüistijuegos de Joyce, los infiernos de todos, el aspaviento de la materia en Ungaretti, el “troppo mare” de Pavese, la síntesis de Pignatari, las formas concretas de Haroldo de Campos, la aglutinación postista, las piedras de Melo e Castro, la otredad de Unamuno, también el otro, los amantes de Cortázar, la atemporalidad cabalística de Borges, la patafísica de Jarry, la euforia ruidista de la poesía fonética, el ajedrez, los rinocerontes de Ionesco, las frustraciones de Roussel, etcétera, pero sobre todo el cinismo de Diógenes y de los que no escriben la Nada más que con su propia vida…

VI. La Nada y los -ismos

Todos los -ismos son dignos si se enfrentan cara a cara con la Nada.
El Nadaísmo no es el Nadaísmo. No, este nuevo nadaísmo no tiene nada que ver con aquel que fundó en los 50 Gonzalo Arango. La gran diferencia es el concepto de Nada. Para ellos era más bien un proceso de destrucción del arte, a la manera de los dadaístas y con cierto regusto futurista. Es la Nada a partir de la deconstrucción o eliminación del Todo. Nuestra estética parte de la Nada como principio creador del arte y, en último término, del Todo.

De la estética futurista de la máquina desechamos la idea de funcionalidad y progreso. La máquina nadaísta es un elemento más de la naturaleza. También desechamos el lado político y militar del futurismo, el culto fascista a la guerra y a la patria, la misoginia y la exaltación de la injusticia. Si bien el nadaísmo incluye la destrucción como elemento del arte; no justifica la destrucción y la violencia en la vida, como pretendía Marinetti. El nadaísmo asimila la idea futurista del ruido (Russolo), pero incluyéndolo como un elemento más y no como único medio de renovación. La idea de la lujuria como forma de arte (Valentine de Saint-Point) nos parece válida siempre y cuando conduzca al éxtasis y no se quede en un acto mecánico.

Del dadaísmo conservamos el espiritu de destrucción, la supresión de todo prejuicio artístico y la renovación de los lenguajes; pero negamos el valor de la destrucción en sí misma si tras ella no aparece la Nada.

El surrealismo busca en el subconsciente, el nadaísmo busca en el no-consciente. Se trata de explorar el no-yo en vez del yo. Aun así, hay muchos puentes entre ambos. Los ready-mades (objetos que han perdido su utilidad al ser sacados de contexto) de Duchamp, los desiertos interiores de Dalí y la poesía del azar de Bretón son nadaístas. Defendemos también la idea del juego como respuesta ante la Nada, jugar con el mundo, navegar en el azar y divertirse con él nos parece una buena respuesta al vacío. La idea bretoniana del surrealismo como método para la liberación del espíritu es aplicable también al nadaísmo.

El minimalismo es el nadaísmo que utiliza el silencio (el vacío) para expresar la Nada. Como ya hemos apuntado, el nadasísmo incluye también el extremo contrario: la utilización del ruido. Satie es minimalista y nadaísta, Mertzbow es ruidista y nadaísta.

El nihilismo y el nadaísmo son esencialmente distintos. El nihilismo niega rotundamente la validez de los valores de cualquier tipo: es en función de lo que niega. El nadaísmo no se basa en la negación de los valores sino en la afirmación de la Nada. A pesar de todo, compartimos con el nihilismo una actitud crítica respecto a las tradiciones y las convenciones así como el interés por barrer las ideas adquiridas (como en el dada) para crear nuevas bases. Por otro lado, desechamos la creencia de que estas bases deban sentarse sobre los datos de las ciencias naturales y el estudio científico (Dobroliúbov, Písarev), ya que las teorías que los primeros nihilistas promulgaban fueron concebidas para el progreso social y no para el arte.

Nietzsche es nadaísta en su evidente contradicción: Su afirmación de la vida y negación de toda trascendencia frente a la creación de mitos trascendentes como el del superhombre o el eterno retorno. La creencia en el superhombre es un error parecido al de confundir el arte con el artista.

El racionalismo es el enemigo del nadaísmo. No se puede acceder a la Nada sin traicionar a la razón. De todos modos, para traicionar a razón hay que saber utilizarla. Descartes, una vez hubo topado con la duda absoluta, con la supresión del objeto en su Discurso del Método, no supo enfrentarse a la Nada. En vez de eso se dedicó a usar la razón de formas más que dudosas para demostrar la existencia de Dios y del mundo y tener así algo a lo que aferrarse.

El nadaísmo rechaza el romanticismo cuando la exaltación de los sentimientos se convierte en exaltación del yo. Rechazamos el emotivismo y el sentimentalismo, que no el sentimiento.

A Kant debemos atribuirle el mérito de descubrirle a occidente la inutilidad de la razón para la metafísica y la estupidez de todo intento racional de demostrar la existencia de dios o de describir lo absoluto. La dicotomía entre fenómeno y noúmeno es aplicable al nadaísmo, si entendemos la obra de arte como un fenómeno que nos permite aprehender de forma intuitiva el noúmeno, la cosa en sí y, en definitiva, la Nada que hay en ella. También encontramos en Kant la idea del tiempo y el espacio como elementos propios de la consciencia humana y, por lo tanto, ajenos a la Nada. Por otro lado, la moral que plantea el imperativo categórico no tiene valor para el arte, que debe ser amoral en su contenido.

Schopenhauer hizo suya la idea kantiana de un noúmeno fuera del tiempo y el espacio y la identificó con la “voluntad de vivir” (o de ser, puesto que no se refiere únicamente a los seres vivos). Para él, la única forma en que este noúmeno puede manifestarse en el mundo es a través de fenómenos concretos, a través de fuerzas en tensión situadas en el tiempo y el espacio. El nadaísmo debe a Schopenhauer la idea de mostrar el noúmeno a través del fenómeno, el mostrar la Nada a través de la tensión de lo concreto. Schopenhauer compara la figura del artista con la del yogui y la del niño, la de alguien que contempla el mundo y se maravilla de él. El artista no actúa guiado por los mecanismos de la lógica sino que posee una intuición directa de la Nada (o la voluntad de vivir). Schopenhauer, profundamente influido por la filosofía oriental, llegó a la conclusión de que la única manera de afrontar la Nada es la contemplación, aunque esa contemplación puede adoptar la forma del juego. La actitud del genio es divertirse con el mundo, sintiendo sus atrocidades y regocijándose en ellas a la vez. En general, el genio no sirve para nada en la vida práctica puesto que no busca su interés personal. Es asocial, pero al mismo tiempo es el único lo bastante desinteresado como para crear verdaderas obras de arte. De ahí viene la idea del “objetivismo del arte genial”. El artista no tiene por qué ser genial, sólo su obra.

Hegel cometió el error de creer que la asimilación del mundo por parte de la consciencia humana llegaría algún día a ser absoluta. Según él, cuando el mundo sea completamente asimilado dejarán de existir espacio y tiempo, quedando sólo el absoluto. El error de Hegel se hace evidente si tenemos en cuenta que la comprensión consciente del mundo tiene lugar a través de mecanismos de causa y efecto. Las causas son siempre elementos externos que actúan sobre un sistema delimitado y observable. Si tomamos el universo entero como sistema a observar no nos queda ningún posible elemento externo. Incluso si Dios fuera la causa del mundo, Dios seria real y por lo tanto pertenecería al sistema; así que estaríamos igual. Cuando tomamos el universo entero como objeto de nuestra razón, los mecanismos de causa y efecto dejan de tener sentido: topamos con la Nada. De Hegel tomaremos solamente la idea de dialéctica, entendida en el mismo modo que la idea de fuerzas en tensión de Schopenhauer y despojándola de la idea de progreso o de cualquier teleología. También nos apropiamos de la lógica hegeliana: nada es idéntico a sí mismo y todo se contradice.

A Spinoza le reprochamos su excesivo afán matemático, pero su metafísica panteísta es perfectamente compatible con Hegel, Giordano Bruno y las filosofías orientales. La visión mística del mundo traducida al nadaísmo podría expresarse con la palabra nihilteismo.

El nadaísmo concilia la postura atea con la panteísta. Si Dios no existe, Dios es igual a Nada. Si Nada es igual a Todo, Todo es igual a Dios. Para el nadaísmo no hay ninguna diferencia sustancial entre decir que Dios no existe y decir que Todo es Dios. Se trata simplemente de una elección terminológica, una distinción que atañe a las palabras y no a la verdad.

El método fenomenológico de Husserl tiene en común con el nadaísmo la utilización de los fenómenos como vía para llegar a las esencias. Cuando se llega, por la razón, al final, a la noción más profunda del fenómeno éste se asimila por una intuición directa, no racional. Gombrowitz comparaba este proceso al de comer una alcachofa que se va deshojando hasta llegar a su corazón. Entonces, nos lanzamos a él y lo devoramos.

La angustia existencialista es la angustia producida por la visión de la Nada. Sartre descubrió la Nada en el abismo que hay entre el “ser en sí” y el “ser para sí”. Sin embargo, rechazamos en Sartre sus devaneos moralistas, sus ideas del arte comprometido y politizado así como sus intentos de unir existencialismo y marxismo. Rechazamos también la recreación onanista en la angustia: El sol pegajoso de Camus. Hay que aprender a vivir con la Nada al lado y desdramatizarla. El nadaísta es un viejo que llora de optimismo, un niño que ríe de amargura, alguien que canjea la angustia por belleza.

De Heidegger tomamos la idea de que la existencia está hecha de Nada (idea que a su vez él tomó de Hegel). También adoptamos la creencia de que la vida humana es una constante oposición a la Nada y añadimos que la belleza de la vida proviene de esa dialéctica.


VII.

De Nada.

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(1) Sobre el Taller, ver:
*** Poetas malditos y nadaístas
Intermedio. Por: Jotamario Arbeláez
EL PAIS Octubre 09 de 2007 http://www.elpais.com.co/historico/oct092007/OPN/opi06.html
*** Poetas como enviados de Dios
Intermedio. Por: Jotamario Arbeláez
EL PAIS, Octubre 16 de 2007
http://www.elpais.com.co/historico/oct162007/OPN/opi06.html
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Blog de JotaMario en EL PAIS de Cali:
http://www.elpais.com.co/blogs/principal/blog1.php?b=12&n=278
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Fotos
** Jota Mario 1974 http://www.asofoto.com/images/Jorge%20Silva/ACF_jsilva_023.jpg

** Eduardo Escobar, Eduardo Zalamea, Juan Manuel Roca, Jotamario y Darío Lemos
http://www.ciudadviva.gov.co/septiembre06/magazine/1/4big.jpg

** Jota Mario y Gabo http://www.geocities.com/mapadeviento/rued.jpg (En "La técnica de chupar rueda", http://www.geocities.com/mapadeviento/rued.htm )
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PORTAL DE GONZALO ARANGO http://www.gonzaloarango.com/

viernes, 12 de octubre de 2007

"Puede haber Poesía ..."

"Puede haber Poesía en una rayuela,
en un jingle,
en una conversación de dos hombres
o en los garabatos que traza una luciérnaga."
Julio César Londoño
http://www.elpais.com.co/blogs/principal/blog1.php?b=11&n=201

Desde que Safo estaba chiquita los autores de preceptiva están tratando de responder la pregunta ¿qué es la poesía? ... 

Texto reproducido en la revista CLAVE, 
Agosto de 2004 - Año 1, No. 2-3
http://www.revistadepoesiaclave.com/no%202_3/ensayo%20sobre%20una%20vieja%20pregunta.htm
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Pendones en la fachada completa del
Centro para la Ciencia, la Cultura y la Educación (CECCE)- Rodrigo Lloreda Caicedo - del Valle del Cauca,
sede de la Biblioteca Departamental,
en la Manzana del Saber de Cali (Calle 5a. Carrera 24 A)

(Clic sobre las imágenes para ampliarlas. Clic en "Atrás" para volver aquí)
Eustaquio Palacios, Jorge Isasacs, Margarita Gamboa,
Enrique Buenaventura, Mariela del Nilo, Gustavo Alvarez Gardeazábal,
Julio César Londoño y Andrés Caicedo.
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Los pendones se colocaron durante los meses de Agosto, Septiembre y Octubre de 2007
períodos en los cuales se desarrollaron en Cali:
La XIII Fería del Libro Pacífico
el XII Festival Intenacional de Arte de Cali y
el VII FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE CALI. (20-26 de Octubre),
entre otros eventos culturales,
incluyendo partidos de futbol, cantatas de Juanes, elecciones ...
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Fotografía: MIC de NTC …
Cali, Octubre 12 de 2007
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LOS TEXTOS

(Clic sobre la imagen para ampliarla y hacer legible el texto. Clic en "Atrás" para volver aquí)
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"Literatura en tono ..."
desde la derecha y desde la izquierda ...
("Puede haber Poesía ...")

La "literaria" fachada, desde la derecha ...
Además de los narradores y poetas aparecen: los logotipos del CECCE y del FESTIVAL DE ARTE con la invitación al Taller de Poesía que dictarará el Poeta Jota Mario Arbelaéz (Oct. 17, 18 y 19, 2007)
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La "literaria" fachada, desde la izquierda ...
Aparece el logotipo de la Bibiblioteca Departamental "Jorge Garcés Giraldo"
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"Puede haber poesía ... "

"Puede haber poesía en una rayuela,
en un jingle,
en una conversación de dos hombres
o en los garabatos que traza una luciérnaga."
Julio César Londoño